LOS WARRIORS CELEBRAN EN EL CHASE CENTER


Las Finales de la NBA tenían un nuevo capítulo, esta vez en el quinto partido disputado en el Chase Center, los Golden State Warriors lograron la victoria 104-94 sobre los Boston Celtics en un encuentro dinámico, donde fue fundamental el juego perimetral de los locales y la efectividad en momentos definitivos. Con momentos para cada equipo liderando en el marcador, pero con un factor diferencial de experiencia, apoyo del público y buen momento de los jugadores locales para quedarse con la victoria.

La historia comenzó con un gran arranque de los locales demostrando una intensidad defensiva y un juego de transiciones desde lo colectivo de forma rápida buscando el juego en la pintura y la rotación para el tiro perimetral. Los Celtics no encontraron su juego con poca rotación del balón, realizando acciones sin individualizadas de sus jugadores y tomando tiros apresurados. La ventaja fue para los locales 27-16 al término del primer cuarto. 

En el segundo periodo se mantuvo el ritmo rápido para los locales apostando por la intensidad defensiva, las ayudas y la movilidad por las transiciones. El cierre del cuarto fue para los locales con ofensivas bien posicionadas y rotación del balón constante. Los Celtics estuvieron mejor a nivel ofensivo, sin embargo, no encontraron una constante en su juego y la ventaja se mantuvo a favor de los locales. Las pérdidas, el juego poco colectivo y la baja efectividad desde el perímetro complicaron las posibilidades de los Celtics para acercarse en el marcador. La diferencia se mantenía para los Warriors 51-39 al finalizar el segundo cuarto. 

Un tercer cuarto con un gran arranque ofensivo de los visitantes con un parcial de 10-0 empezaba a ajustar el marcador, teniendo en cuenta el gran momento de Jayson Tatum aportando desde el perímetro. La actitud y el esfuerzo de los Celtics se vieron reflejados en la parte ofensiva de los visitantes para ejecutar mejor la rotación del balón, encontrar los espacios y tomar mejores decisiones en el aspecto ofensivo. Pese a esa intensidad los locales mantuvieron una determinación ofensiva marcada por ejecución en el perímetro y la efectividad de sus jugadores más importantes. Este cuarto finalizó 75-74 a favor de los locales con un triple de Jordan Poole sobre la bocina. Todo quedaba para definir en el último cuarto con el apoyo del público en el Chase Center.

Precisamente en el cuarto definitivo se presentó un gran inicio ofensivo para los locales con un 10-3 con aporte de la banca y un poderío desde el perímetro importante para ir ampliando la ventaja. La intensidad defensiva vista en el primer cuarto para los Warriors fue aplicada nuevamente desde el fundamento de ayudas constantes sumado a la versatilidad ofensiva de Wiggins, Thompson y Curry como factores para mantener la ventaja y asegurar la victoria dejando la serie 3-2. Los locales hicieron respetar su casa en un último período que controlaron en base a un sinónimo de experiencia, buena toma de decisiones y efectividad en los momentos definitivos, especialmente cuando los Celtics intentaron acercarse en el marcador. 


El más destacado por los Warriors fue Andrew Wiggins quien aportó 26 puntos, 13 rebotes y 2 asistencias. Por Boston la figura fue Jayson Tatum con 27 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. El sexto partido de la serie, con posibilidad de título para los Warriors, será el próximo jueves en el TD Garden.


Por: Mathias Benavidez 

Fotos: NBAMEX

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